En el mundo de la doma clásica, todos hablan de jinetes talentosos, de caballos espectaculares, de piaffes perfectos y momentos dignos de Instagram. Pero, ¿quién habla de aquellos que hacen todo esto posible?
Los mozos de cuadra, el personal de establo, los jóvenes jinetes que aún sueñan con convertirse en verdaderos horsemen, no solo en competidores.
Hoy en día, uno de los mayores desafíos en la doma clásica no es solo vender o entrenar caballos, sino encontrar personas que los cuiden y crezcan con ellos.
Una escasez preocupante
Estamos enfrentando una grave escasez de:
- Mozos de cuadra experimentados y comprometidos.
- Trabajadores capacitados para trabajar y cuidar de los caballos.
- Jóvenes jinetes con la paciencia para aprender, la humildad para trabajar y el deseo de comprender verdaderamente a los caballos.
No se trata solo de saber montar. Se trata de saber cuándo un caballo no está cómodo, de estar allí a las 6:00 a.m. en invierno, de limpiar cascos, revisar extremidades y cascos, ajustar mantas... sin estar nunca en el centro de atención.
Ser un verdadero horseman es un viaje para toda la vida
Y cada vez menos jóvenes quieren recorrer ese camino. Creemos que es hora de crear conciencia, de hablar sobre este eslabón perdido en nuestro mercado. Porque detrás de cada binomino de Gran Premio, hay todo un equipo, y sin ese equipo, no hay podio.
¿Tú también has notado este cambio en los últimos años? Comparte tus pensamientos con nosotros. Hablemos sobre cómo apoyar, valorar y formar a las personas que hacen posible la doma clásica.